martes, 22 de abril de 2008

CRONICAS MEZQUINAS: Limpia en el PRD…







El poder es un símbolo. En los símbolos hay sabiduría. En la palabra oculta a los ojos profanos hay símbolos. Hay palabras que sólo escuchan quienes tienen oídos para escucharlas o la preparación para entenderlas. Las señales marcan el camino. El camino está siempre al alcance de una mano justa.

Hoy les contaré una historia que viví en mi huelga de hambre en el PRD. Se le ocurrió a un amigo decir que al partido le hacía falta una limpia, y a ti también, para que cambien las cosas, dijo. Un chamán, querido amigo se encargó de instrumentar el resto. Vendrán a solidarizarse con usted y con el partido en su búsqueda de la razón y la verdad perdidas.

Esta es la historia, tal cual me la contaron. De golpe y sin entender los motivos la tamalera se queda con sus tamales. Ni quien los quiera. Le cayó la maldición maldita. Por ser como es, le dijo un día un hombre con apariencia de pordiosero, de altanera, de intolerante, de prepotente, de soberbia, más temprano que tarde y resultó más temprano que tarde, se le agriará su atole y se quedará con sus tamales que se harán duros y tiesos, y después ya nadie le comprará ni los perros los querrán. Sólo la salvará el amor y la humildad. Ignoró al hombre, no le dio importancia ni se disculpó. Al contrario, lo corrió. Pasado el tiempo, un día la tamalera lloró pero ya era tarde y sus ojos se pusieron primero rojos, luego verdes y por ultimo amarillos, el amarillo canario del partido. Algo se viene, sus ojos lo dicen, dijo uno que quiso ver en los ojos de la tamalera un mensaje para todos. Pero nadie supo que se venía ni a quienes le venía. Solo uno se atrevió a decirle. Vaya a darse una limpia, creo que le haría bien, usted trae algo, a leguas se nota. Esas son supercherías y pendejadas, dijo la tamalera. La gente le empezó a tener miedo. Le daban la vuelta hasta que se quedó sola. Empezó por hablar con sus tamales que se le quedaron por siempre hasta volverse duros y tiesos. El atole se agrió tal y como le había dicho el pordiosero. Con los días se volvió loca. Ve a saber que le pone a sus tamales, decían y nadie le compraba. El tiempo la hizo vieja y un día sin avisar a nadie, murió de frío en un rincón de la calle de aquel lugar donde había sido famosa tamalera, acurrucada junto a su bote de tamales duros. Las palabras de aquel hombre por el que nadie daría nada, pordiosero al fin, se cumplieron al pie de la letra, una por una de sus palabras se fueron cumpliendo. Se dieron cuenta que había muerto cuando se dejó de escuchar su voz ronca y profunda y cuando los perros empezaron a reunirse en su alrededor y aullaron lastimeros. El aullido hacía sentir dolor y un sentimiento de culpa. Aullaron tanto tiempo y de tal forma los perros que la gente del pueblo lloró pero ya era tarde. Los perros fueron callando porque uno a uno empezaron a morir junto al bote de tamales fríos, duros y tiesos.

Lo mismo le paso al PRD. Poco a poco y en silencio volvieron las tepocatas y las víboras prietas que se destrozan y devoran entre sí. También el partido fue alcanzado por la maldición del pordiosero, por las mismas razones que la tamalera. Ese día se sabía y sentía iluminado. Pasó frente a las oficinas del partido, lo miró con detenimiento, respiró profundo, tosió repetidamente y sentenció. Se partirán su madre entre ustedes y entonces hará falta quien los salve. Podrán ser el detonante del nuevo desastre pero no llegarán a donde quieren llegar porque les falta grandeza en su corazón, dignidad, humildad y son peor que la tamalera. Siempre se quedarán a la orilla del camino aunque ustedes lo hayan construido. El nuevo camino no será para ustedes sino para los que vienen, a menos que encuentren la salida. Se los digo yo, dijo y no dijo más, después se perdió entre el gentío de un viernes de quincena. Alguien lo vio de cerca y dijo que se parecía al chupacabras, pelón de orejas grandes y echaba lumbre por sus ojos redondos. Alguna vez había jurado destruir a sus compatriotas, no los veo ni los oigo, les dijo y luego se fue…

Las maldiciones son eso. Maldiciones malditas. Si acaso no se encuentra la forma de romper el hechizo se van cumpliendo y solo los enterados podrán darse cuenta. Son palabras es cierto, pero la palabra es decreto. Lo que se dice y se desea se realiza. Se pegan en la conciencia del maldecido hasta formar parte de ella, a menos que tengan la fuerza o el conocimiento para deshacer a tiempo la margarita. No todos pueden, ni todos saben ni todos quieren. Los ilustrados y sabios prefieren ignorarlo, los dialécticos y materialistas lo desdeñan, incluso se burlan. Hay quienes tienen el poder lo sepan o lo ignoren y de alguna manera ejercen su influencia. El pordiosero lo sabía…

Todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse. Así lo registra la historia y así lo dijo hace miles de años el tres veces sabio Trimegisto. También dice otra palabra de sabiduría que cuando el alumno está preparado el maestro aparece. El doctor se lleva al enfermo no al sano, dijo Jesús, el Cristo. Así pues, en el justo momento, el hombre y su circunstancia, decía el gran español y no era Maximus de la película Gladiador, llegó el príncipe que con sus encantos desharía el encanto. Ninguno de los que llegó era príncipe ni lo parecía, sino hombres y mujeres vestidos tampoco de negro porque habrían sido cazadores de extraterrestres y desconocedores de la tradición y magia de nuestros grandes hombres antiguos, emperadores, gobernantes y sacerdotes que conocían la profecía y los tiempos de su realización.
Llegaron envueltos en sus atuendos de misterio y símbolos. Sus taparrabos y penachos, pintarrajeados con vivos colores, con caracoles y copal, con sonoros tambores que anunciaban la ceremonia sagrada. Levantaron la voz, hablaron fuerte, Para que se oiga donde debe oírse, dijeron. Este partido ha sido tocado por la maldición maldita de la soberbia, de la división, de la envidia, de la mezquindad, de la ambición desmedida del poder por el poder, afirmaron. Pedimos permiso. Venimos a invocar a nuestros ancestros, a la energía cósmica que todo lo envuelve, a las vibraciones positivas que hacen girar el universo para que se alejen las vibraciones negativas que han hecho perder la cordura a quienes tienen la obligación de tener cordura, para que este partido que simboliza el sol azteca, el esplendor de aquella sabiduría milenaria que nos hizo fuertes, aquella cultura y aquellas raíces que hemos olvidado, renazca de nuevo y su esplendor y grandeza alcance a todos los mexicanos, para que reencuentre el camino de la unidad y la reconciliación, porque sólo en unidad, que simboliza el UNO, es cuando se alcanzan los mejores y más nobles propósitos. Pedimos permiso a los elementos del universo que rigen la vida de todos los seres vivos sobre la tierra y hasta el infinito y más allá, como dijo Buz Ligth Year, Pedimos permiso a los cuatro puntos cardinales, para limpiar a este hombre, me puse alerta y acepté con devoción y humildad sus palabras y su ofrenda, que ha dejado de ingerir alimentos, acción sagrada que significa la vida y la muerte, sólo para pedir lo mismo que hoy nosotros clamamos e invocamos: unidad en el partido del sol azteca. Pedimos permiso al Dios Tezcatlipoca, Dios del sol y de las tinieblas, al Dios Huitzilopochti, cuyo nombre es “colibrí azul a la izquierda”, Dios de la guerra, a Quetzalcoatl, creador de las cinco edades cósmicas, a Ometeotl, origen dual de todas las cosas, que tiene todos los nombres y ninguno, dualidad divina de masculino y femenino, principio y fin, el Alfa y el Omega. Pedimos permiso para hacer esta limpia al partido del sol azteca, a este hombre Pepe Alcaraz, para que la unidad que busca en el PRD encuentre buen camino…

Eso dijeron. Invocaron en sus invocaciones a los antiguos guerreros y emperadores, a la madre tierra, a la hermana luna. En lengua náhuatl conjuraron las malas vibraciones que pesan, enrarecen y rodean el ambiente. Pidieron, oraron, clamaron ayuda. El chamán mayor vivía con intensidad sus palabras que hacían eco con el edificio del partido. Ya los tiempos de la oscuridad y las tinieblas previstos por los antepasados han pasado, es tiempo de luz y grandeza, es el momento de renacer y de conquistar la gloria arrebatada, es tiempo de reencuentro y de unidad. Por eso estamos aquí, dijo.

La limpia siguió su curso. Sahumaron mi cuerpo, mi casa de campaña y los accesos del partido, su puerta principal, al estacionamiento, su escalera… a cada paso pedían permiso…
En ese plano de las preguntas sin respuesta, me pregunto las razones que les llevaron a limpiar el partido. ¿Sólo fueron oportunistas para salir en los medios o hubo algo que les hizo acudir para cumplir con una tarea suya, o sólo fueron instrumento para llevar el doctor al enfermo? Lo que haya sido. Ahí estuvieron y si acaso estamos abiertos, yo afirmo igual que aquel filósofo, como es adentro es afuera. La limpia empezó afuera, tendrá que ir dentro y se hará pronto. Es cuestión de tiempo porque la rueda ya rueda…

Jamás nadie se había atrevido a hacer una limpia al PRD, ni la necesitaba. Hoy, en términos populares, sí. Anda jodido. La razón de la limpia es la verdad. Hay una verdadera crisis en el partido. No se puede ocultar el sol con un dedo, ni con toda la mano, digo yo. Jamás el partido había perdido el rumbo entre los vericuetos de un poder personal que todo lo dirige en razón de sus intereses y aspiraciones. Jamás el partido había estado sujeto a una visión única y verdadera, sin discusión ni debate. Jamás el partido había sido sometido como hoy es sometido ni muchos de sus militantes se habían convertido casi en autómatas que sólo se mueven por órdenes de sus dirigentes, traicionando la vocación democrática de la izquierda… Jamás en los últimos cien años, México había necesitado con tanta urgencia la tolerancia, la prudencia, la sensibilidad, el compromiso y el amor de sus hijos… ni habíamos tenido una derecha tan insensible y tan torpe…

Si nos atenemos a los símbolos, me atrevo a afirmar que la maldición maldita de la división y la ruptura ha sido conjurada, el hechizo ha sido roto, el partido se mantendrá con dos grandes bloques por las enormes diferencias pero UNIDO con todo y la incapacidad manifiesta, la falta de voluntad política y compromiso. El tiempo de mayor unidad viene en camino y llegará. Por México se unirá el PRD, estoy seguro. Por México volveremos a caminar juntos…

¿Quién no conoce el dicho que dice a quien tiene dificultades en el trabajo, en su economía, en su hogar, ve a darte una limpia? Forma parte inseparable de la cultura tradicional del pueblo. Se hacen limpias los políticos, los empresarios, los gobernantes, los artistas, el Papa Juan Pablo II… ¿Quién no se ha hecho una limpia?...

Las palabras fueron dichas. La limpia fue hecha. A mis compas les digo que hagan ustedes sus apuestas… ¿Sirve o no sirve la limpia, es útil para la mayoría de la raza o solo es producto de la ignorancia colectiva? Si la respuesta es afirmativa vale la pena preguntarnos ¿porque acudían a una limpia y purificación del espíritu de diversas formas los emperadores aztecas, romanos, griegos, incas, egipcios, etc.?, ¿Por qué acuden actualmente los actores, políticos, gobernantes, empresarios de todo el mundo a darse una limpia o porque la aceptan?...

Yo apuesto a la UNIDAD del PRD, a su renovación, su transformación y su reconciliación, y haré todo lo que pueda hacer, porque ayuda al equilibrio en el ejercicio del poder y porque evitará se desate la violencia toda vez que ha llegado al poder la derecha, tradicionalmente sorda e insensible a los reclamos de los más jodidos, de los de abajo, de los que menos tienen, porque simple y sencillamente, jamás podrán entenderlos, su universo, su vida, es de otro mundo…


Es indispensable defender nuestro patrimonio, pero igual, en términos políticos es importante defender el partido que también es patrimonio de los mexicanos. Todos estamos de alguna manera defendiendo el petróleo, pero, ¿Quién defiende al partido?... ni los perredistas…, por eso estamos jodidos.

En la defensa del petróleo, unidad del PRD. ¿A quien le sirve el PRD dividido, enfrentado, quebrado? A nadie, pero menos a México…

Reciban un abrazo con mi gratitud a todos mis amigos y compas del partido que estuvieron pendientes de mi estado de salud… ya la libré… estoy bien. En verdad muchas gracias. Dios llene su vida y su hogar de bendiciones, de salud, de amor…


Pepe Alcaraz


Pd. Cabildeo con los líderes de las diversas expresiones del partido una acción conjunta que nos ayude en la lucha por la Unidad y la reconciliación…, en la defensa del partido. ¿Qué opinan ustedes, se podrá, habrá disposición?... veremos que tan amarillo es el amarillo…
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