miércoles, 5 de marzo de 2008

* Carta-invitación a Andrés Manuel López Obrador

C. Lic. Andrés Manuel López Obrador.

Presente.

Muy admirado y distinguido compañero.

En agosto del 2006, con profunda convicción una pequeña banda de compas enamorados de México caminamos 1,450 kms. de Tijuana a la Cd. de México, “por la reconciliación nacional y el voto por voto”, en apoyo a Usted en los actos de resistencia civil convocados contra el fraude electoral. Fue una caminata de muerte. Atravesamos el desierto a 50º bajo un sol calcinante.

Le ruego unos minutos para compartir con Usted con el respeto y admiración que me merece, las siguientes reflexiones:

Los simpatizantes y militantes, así como la sociedad, nos damos cuenta que está en riesgo la viabilidad del partido, porque nos hemos enfrascado en fortalecer una división que amenaza con fractura por la falta de voluntad política de actores políticos y liderazgos de los grupos de intereses que dominan su vida interna.

Es cierto, el 2 de julio del 2006, para millones de mexicanos, canceló la posibilidad de un cambio político por la vía pacifica y democrática y toma fuerza la maldición maldita de Bulnes, cada cien años despertará la indiada. Hoy la división se acentúa y amenaza confrontación sin rutas de salida a la vista.

Lo peor del caso, el PRD, el mayor partido de izquierda del país, no encuentra el camino y dividido camina al despeñadero. Si se divide y fractura, pierde México, perdemos todos. Los de abajo que tanto decimos defender y también los de arriba. ¿Quién haría contrapeso al ejercicio del poder de una derecha voraz?, Volveríamos, sin duda, a un pasado autoritario nada deseable. De ahí a la violencia en memoria del 810 y 910, estamos a un paso…

México, necesita un PRD fuerte y unido, una izquierda acorde al México de hoy, con una visión de Estado y un proyecto de nación para todos, tolerante y que privilegie la política en su más alta expresión: Los acuerdos nacionales. Es el sentir de la mayoría de la sociedad. Acuerdos que permitan, justo, a los de abajo, mejorar sus condiciones de vida. Partiendo del hecho que los acuerdos son la esencia de toda actividad humana y parte inseparable del ejercicio del poder en cualquier país democrático del mundo, del color y signo que sea y la vida cotidiana, los hay en los congresos, en los partidos, en la familia, en la comunidad, en la escuela, en el taller, en la empresa, en el campo. Sin acuerdos, nadie avanza, todo se paraliza. ¿Quién no conoce el dicho que dice: vale más un mal acuerdo que un buen pleito?

Cada día son más los que creen que el PRD no tiene remedio. Ante muchos mexicanos, continúa siendo un partido rijoso e incapaz de resolver los conflictos internos de sus grupos. Todos tienen desconfianza de todos. Todos somos traidores porque nos sentimos y decimos enemigos. Hay liderazgos que piden a los militantes “lealtad absoluta” en su participación política como en los mejores tiempos del absolutismo. Las diferencias, no ideológicas ni políticas, sino de intereses y los chantajes políticos lo tienen anclado. Ha venido perdiendo la iniciativa política nacional y la única convocatoria ante sus militantes, dependiendo de la tribu, es vencer a los contrarios para imponer su visión del poder. El ejercicio de la tolerancia, base de la grandeza, que pregonaba Juárez, no fue hecha para nosotros. ¿Nos habremos vuelto tan mezquinos que realmente no tengamos salida?.

Aunque pareciera, no es asunto interno del PRD, sus elecciones. Es asunto de interés nacional. Como lo son todos los partidos. Solo quienes ignoran la historia o los que de plano, poco les importa Mexico, donde viven sus hijos, desean la ruptura del PRD. Es claro que un PRD dividido, confrontado y débil, a nadie sirve. Mucho menos a México en su camino de cambios.

México lo necesita. Los de abajo porque es el partido que controla la voracidad de los de arriba en sus ambiciones por apropiarse de todo, y en el que cifran sus anhelos de un país más justo, libre y democrático. Los de arriba porque es el partido que tiende puentes con los de abajo y crea el equilibrio, indispensable en la estabilidad de México, donde tienen sus inversiones. ¿Cómo quedarnos callados?

¿Y nuestros muertos?. ¿Qué dirían Gil Heraldez, Ovando y los cientos de hombres y mujeres, entre ellos muchos periodistas, que dieron la vida por el partido en su lucha por un México más justo, libre y democrático? ¿Dónde quedarían los años de luchas sociales y políticas que se acumulan en el PRD?

Lo aceptemos o no, la consolidación de la derecha en el poder es y será responsabilidad del PRD y de los mexicanos que hemos sido incapaces de alcanzar los acuerdos necesarios para transformar la nación. ¿Cómo queremos transformar México, si somos incapaces de alcanzar acuerdos entre nosotros?. La división del partido afectaría gravemente a México y sería más seguro el camino a la violencia.

Por esas razones, un grupo de mexicanos simpatizantes y militantes, iniciaremos una caminata por la UNIDAD del PRD. 1,200 kms a pie, de la UNION, un símbolo, Q. Roo a la ciudad de México, pasando por Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos y el DF, saliendo el 10 de febrero para el 9 de marzo.

Tenemos que restar odio porque hay mucho en nuestros corazones. La marcha es también una forma de resistencia civil y rechazo a las políticas neoliberales que hacen miserables a los pobres y poderosos a unos cuantos.

Caminar juntos es un símbolo de humildad. El reconocimiento de este esfuerzo, de este sacrificio de parte suya y de los diferentes liderazgos del partido, es expresión de una inicial voluntad política. ¿Y las diferencias en las líneas políticas y programáticas del partido?, nos preguntan. Nos hacemos otra pregunta: ¿Cómo articular una mejor defensa de los intereses nacionales, como la soberanía, el petróleo, la energía eléctrica, el campo, entre otros, si somos incapaces de presentar un frente unido? ¿Con qué autoridad moral le solicitamos a los mexicanos UNIDAD en torno a estas causas?.

Más importante que saber quien gane la contienda interna por la presidencia del partido, es la necesidad de UNIRLO, tarea en la que usted, por el bien de México, ha demostrado estar profundamente comprometido, porque además, es el mensaje claro que la sociedad espera. Un cambio en el partido que encabeza el cambio. La UNIDAD sería su mayor fortaleza en las luchas políticas venideras en búsqueda del poder político en ejercicio de su vocación democrática, como herramienta para transformar las instituciones en beneficio de los más necesitados.

UNIDOS PODREMOS pedir de nueva cuenta a la sociedad un voto de confianza y alcanzar las metas más altas, DIVIDOS NUNCA. Por eso caminaremos. Los de casa estamos obligados…

Si hay duda en caminar por la UNIDAD del partido, entonces solo recuerde a México, sus principios y convicciones, sus hijos y reflexione estas palabras: Nada es lejos ni demasiado, si vemos lo cerca que estamos de la confrontación y el odio…

Por ello con respeto le PEDIMOS. Caminemos juntos por la UNIDAD del partido. Usted, uno de los más distinguidos militantes, los candidatos, los gobernantes y legisladores surgidos de sus filas. Los actuales y los ex…, Un tramo en el camino, todos juntos al arribo al DF. Nosotros, los de a pie, les seguiremos.

Tal acción haría honor a su palabra y compromisos empeñados con la Nación.

Les solicito una audiencia para exponer la ruta de la marcha.

Respetuosamente.

México, D.F., 2 de febrero del 2008

Pepe Alcaraz

Caminata por la UNIDAD del PRD. 1,500 kms, de Q. Roo a la ciudad de México, Distrito Federal.

Tels. Cel. 5109 7031; nextel 9115 8093; of. 91170520 al 22

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