viernes, 7 de marzo de 2008

* CRONICAS DE LA MARCHA: Fuimos cayendo…

Por Pepe Alcaraz / Voz-cero

Puta madre, ya no aguanto mis ampollas y los calambres, dice uno, Este güey camina como jinete de jaripeo, dice otro. Nunca nos habíamos cansado tanto, decimos todos. Así estamos pero aquí vamos en la cuenta regresiva…. Día cuatro de nuestra llegada al Zócalo del Distrito Federal… ¿y qué pasa si nadie de los que ofreció ir va?... ¿qué puede pasar?, nada.
Después de haber caminado un poco más de mil kilómetros, sudado las fatigas que sudamos, hablado con tanta gente, visto tantos rostros y caminado tantos pasos, ni modo que digamos que el éxito de estos pasos depende de quienes nos visiten… nosotros hemos cumplido el compromiso, caminar por la unidad del partido, quien tenga que cumplir otros compromisos que los cumplan o no los cumplan, no depende de nosotros sino de ellos…

Uno a uno se fueron doblando

Parece mentira pero es cierto. Uno a uno se fueron doblando, unos por cansancio y agotamiento con los ojos hundidos. Ya no puedo, empezaron a decir como si se hubieran puesto de acuerdo o tal vez entre ellos hubo el acuerdo que no hay en el partido por el que nos venimos partiendo, otros cayeron con la misma razón pero además enfermos de gripe, diarrea, fiebre.
Unos de tristeza, al mirar sus ojos te das cuenta que ya extrañan su vida cotidiana y ordinaria, su incomodidad crece cuando el calor arrecia, cuando por las tardes se acumulan los kilómetros del día, cuando falta el agua y te detienes a respirar un poco de fresco a la sombra de un guamuchil… en una situación como la que vivimos, la preocupación empieza cuando los chavos callan, cuando guardan silencioso silencio… otros, los menos, simplemente guardaron silencio ante el olvido, así lo sienten quienes no entienden a los que no entienden, de aquellos que ofrecieron lo que ofrecieron…

Citadinos, pues…

A medida que nos acercamos a la meta, reitero, que no el objetivo, esta banda de hombres comprometidos con el partido y enamorados de México, sienten los estragos de la ausencia y los dolores del cuerpo que se hacen más presentes y de diferentes formas… los diarreicos o chorrientos como decía la abuela, andan corriendo como conejos por los campos, cubriendo sus necesidades urgentes tan solo por unos matorrales… han tenido accidentes porque no han encontrado piedras lo suficientemente grandes para formar su propia y exclusiva taza de baño y no tienen la costumbre. Esa costumbre de acuclillarse sólo es costumbre de los hombres del campo o de las mujeres, dicen ellos, y la verdad, esta banda de soñadores de estas costumbres nada saben y menos quieren aprender… son citadinos, capitalinos, chilangos, defeños, unos mamones pues, como les dice la gente de por acá…
Dos tienen fiebre tifoidea, eso dijo el doctor. Pero no se mueren, concluyó con su sabiduría hiriente. Un compa, el más jodido, con los ojos saltones y rojizos por la fiebre fue internado en el hospital, le pusieron suero y un rosario de medicinas… duerme parejo y constante en el camión de redilas apenas cubierto con la lona de la Marcha por la Unidad del PRD, que lo cubre del sol abrazador de marzo… hace más calor arriba del camión que afuera donde el aire al menos refresca…
El agotamiento llegó de golpe, sin avisar. Nos agarró desprevenidos. Donde nos detenemos para descansar un rato, donde sea, nos quedamos dormidos casi al momento; levantarse es difícil porque el cuerpo es muy pesado y los ojos se cierran contra tu voluntad… los pies se resisten a responder, sea camino parejo, sea subida o sea bajada… se busca un pretexto para subirse al camión de redilas y aunque sea de pie y amontonados descansan unos mientras caminan otros… caminamos por relevos para cumplir la meta de los 40 a 45 km. diarios, ya no hay otra forma…
Con todo y que la mayoría sean chavos, jóvenes, empieza la esperada rebelión. Estamos tomando un curso intensivo de tolerancia y paciencia o reventamos todos y la anarquía se impondría porque la incomodidad está en la piel de cada caminante, en cada palabra, en cada mirada, en cada broma. Ya no les importa el motivo o las razones de sus pasos, porque son hombres comunes, de a pie, de la calle, porque no están preparados para estas madrizas, la creyeron peladita y en la boca, dijo uno de ellos. Resultó la chinga peor de lo esperado…

Los 33… a la mitad

Aunque no lo digan les está pegando que prácticamente hemos llegado y aquellos que dicen su palabra para que la gente crea en ella, aquellos que incendian las secas praderas de la ignorancia con su palabra, aun la tienen empeñada con este pequeño grupo. A de ser por eso, me dice uno de los compas, por qué más podría ser, dijo otro. Tal vez afectó el hecho de ser poquitos… ¿será?
Compas, les digo, que importa lo que sea, después de tantas descalificaciones y agresiones de las que la sociedad es mudo testigo, de enmendar las palabras ofensivas que se han dicho y las que están por decirse…cualquier cosa puede suceder.
“Jefe, me dicen varios de ellos, la verdad, ya no podemos, nos duelen mucho los pies, las ampollas arden y el calor nos tiene debilitados y con la presión baja…, ya ni hambre tenemos, sólo sueño…”.
Yo estoy igual o peor porque tengo la desventaja de la edad… Y después de lo que significa caminar y caminar, hablar y hablar con la gente, hacer las mismas preguntas y escuchar las mismas respuestas, buscar a los dirigentes que dirigen la división del norte, del sur y del centro, intentar convencerlos que la Marcha por la UNIDAD del partido, esa unidad de la que hablan en sus discursos, en sus reuniones, en las mesas redondas y cuadradas, es más suya que nuestra… que nosotros solo somos un símbolo de la lucha que debieran dar todos…
Seguimos siendo los 33 aunque ahora la mitad duerme en medio del sopor, en medio de la basura en un camión de redilas, vienen hacinados, peor que peones, como si fueran ilegales centroamericanos en busca de un sueño, mis compas el sueño ya lo traen, ellos buscan un lugar fresco para olvidarse que en este México todos se olvidan de sus olvidos.
Mis compas van la mitad llenos de sueño la mitad llenos de frío, mitad aún con esperanza mitad en el sopor de la indolencia, casi como dijera García Lorca, “sus muslos se escapaban de mis manos como peces en el río, la mitad llenos de miedo la mitad llenos de frío…”, pero la ingrata tenía marido…
Los compas ingenuamente pensaron que conquistar un espacio en el espacio era cuestión de espacio pero cayeron en la cuenta que la lucha por una mejor nación para nuestros hijos no es cuestión de pan comido y cosa de unos cuantos pasos y unas cuantas luchas, jamás se imaginaron lo que ahora piensan con dolor y tristeza, que este pinche país, así lo dicen, sólo va a cambiar a chingadazos porque la verdad no entienden como es que los de arriba no entienden que los de abajo… los de abajo, ya están cansados de estar abajo…

Lo mismo aquí que allá

Llegamos a Morelos, nos preguntamos si acaso por su cercanía al Distrito Federal, la situación sería diferente, pero es el mismo desmadre. Lo que es en La Unión, Q. Roo es en Cuautla, Morelos, pero nada nos importa y seguimos en la necedad de creer que lo que hacemos es lo correcto, porque somos un partido democrático que discute con gran pasión sus diferencias, que lo que pasa es que la derecha nos quiere chingar, que hacen grandes nuestros pequeños errores, lo que pasa es que somos muy chingones… lo cierto es que en muchos casos actuamos como niños caprichosos, malcriados y mimados, y no como hombres comprometidos con los intereses de la Nación, no como políticos amantes de la democracia, la justicia, la libertad, no como estadistas.
Claro que somos estadistas, dijo uno de los aludidos. Nos la pasamos en los estadios mirando el fut bol… Nos falta actuar con menos mezquindad, menos envidia y mayor madurez, con mayor tolerancia, con mayor compromiso, con AMOR por México…

Bien valen todos mis pasos…

Aquí estamos en Cuautla rumbo a Cuernavaca… sufriendo nuestros pies, soñando aún que estamos dormidos…
Lo que nosotros teníamos que hacer está consumado ya. Lo que sigue, en este momento, es tarea de otros. Nuestra voz fue la voz de los sin voz, que se alzó en la medida que pudo alzarse para decir lo que teníamos a los de arriba y también a los de abajo del partido, unos hicieron oídos sordos, otros también… caminamos en torno del tema fundamental del partido. La UNIDAD, ya nos queda claro quienes no la quieren y las razones porque no la quieren. Es el granito de arena que pusimos un puñado de hombres desconocidos y anónimos…
Me he enamorado más de la vida, de mi esposa, de mis hijos, de mi país y creo profundamente convencido que hice junto con mis compas, con toda humildad, lo correcto, porque un llamado a la unidad es un llamado a la paz y un llamado a la paz es un llamado de amor.
México, mi país, mi hogar, mis hijos, bien valen todos mis pasos…
Me queda claro que un día al fin los mexicanos, cuando nos decidamos con una pizca de humildad y un mayor compromiso con la Nación, nos pondremos de acuerdo y ganaremos… por lo pronto hoy, el PRD se desdibuja por las descalificaciones, la guerra sucia, la intolerancia y los intereses… y la sociedad, la sociedad lo califica y se desinteresa…
Si queremos llegar llegaremos pero tenemos que cambiar…
Les abrazo en nombre de mis 33 compas que un día le apostamos a la congruencia, al compromiso, a la palabra, a los valores… de un partido que aún puede enderezar el camino a pesar de los de arriba y también que chingaos, de los de abajo…


Pepe Alcaraz
Voz-cero Marcha por la UNIDAD del PRD
La Unión, Q. Roo al DF, 10 feb. 9 mar 2008


PD. Es cabrón querer hacer por otros lo que no puedes hacer por ti. En la lucha por hacer de México un mejor país para todos se debe aceptar el compromiso. Mientras camino por la unidad del PRD por caminos donde nadie quiere la tal unidad porque es más rentable la división, mi amada hija Michelle de dos años está hospitalizada por una infección y… no puedo estar con ella para darle el valor que no tengo…

PD. Se están agotando las postdatas…

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