martes, 26 de febrero de 2008

* Diario de Marcha: Como es arriba es abajo… I

Por Pepe Alcaraz / Vocero

Por vanidad comparto con ustedes una carta que me envió un amigo. Así dice: “Pepe, querido amigo, ¿que necesidad tienes tú de hacer lo que haces? ¿A quién quieres decir tu verdad si es una verdad que todos sabemos? ¿Cómo quieres unir y pacificar a quien vive y gana de la división y con el pleito? ¿Qué le pueden decir tus pasos a los que se niegan a caminar? Admiro en verdad tu valentía, la capacidad que tienes para echar a andar tus sueños sin que nada te lo impida… ni tus hijos por los que dices caminar… pero, querido amigo, la verdad es que en tus pasos te encuentras con roca y solo tienes tus propias manos, con políticos llenos de pasiones y ambiciones y tú sólo tienes tus ideales, con fuertes intereses de las llamadas tribus y tú sólo tienes tus sueños… ¿Te harán caso? Me doy cuenta que no te importa, tú sólo haces lo que tienes que hacer. Si no hacen eco tus llamados ellos pierden, lo malo es que también perdemos todos. Yo también quisiera ser tan libre como tú… para dejar volar, al menos, la imaginación que tú tienes de un mejor México para todos…”.

Nulo apoyo

Eso dice mi amigo, yo le digo que palabras tan generosas no las merezco, que mejor acuda al banco y deposite porque hoy fui y me encontré como los pensionados, sólo con 50 pesos en las cuentas de aportaciones… se nota que los compas y amigos del partido no le están entrando como esperaba.
De tus compañeros puedes esperar todo, hasta que te apoyen, me dicen. Veo poco compromiso. Cuando eso ocurre y como con frecuencia ocurre, entra en acción José Alcaraz el profesional, presumo, acude al banco y salva de los apuros a Pepe Alcaraz el idealista…
Gracias amigo, pero te digo a ti, le digo a mis hijos, le digo a todos, no puedo quedarme sin hacer nada mientras tenga fuerza, hay algo en mí que me impide cerrar los ojos y los oídos a la situación del país, y, estos pasos, lejos de cansarme ante la apatía de los de abajo y la arrogancia, soberbia e ignorancia de los de arriba y no me refiero a los poderosos, sino a los que cobrando sin ganar un sueldo del partido, que igual que a los de arriba, nada les importa más que proteger los intereses de su grupo o de su “expresión” y actúan parcialmente.

Seguiré caminando

Estos pasos decía, fortalecen mi convicción y seguiré caminando si caminando puedo hablar y decir lo que la gente quiere decir hasta que de plano se canse de callar y en un grito de desesperación tomen en sus manos el camino que ya están pensando tomar, aunque les valga madres lo equivocado de ese camino y los resultados que resulten.
Ese es el punto del asunto.
Para una gran parte de mexicanos, esos que todo lo pueden, aunque jamás lo digan y hasta fundaciones tienen para regalar limosnas porque así evitan pagar sus impuestos, los pobres, los jodidos sólo son basura y estorbo. Pero, ¿qué hacemos con ellos si ahí están?
Nuestros pasos podrán decir poco para algunos y nada para otros, es verdad, pero nadie podrá decir que estamos equivocados y que son inútiles porque en un clima de rencor y odio como el que crece en el país, un llamado a la unidad es un llamado a la paz.
Ojala tú mi querido amigo, también lo vieras así, de cualquier forma, cuando el momento te llega te llega y nada hay que puedas hacer para evitarlo. Y si es así como así es. ¿Si ya hiciste todo cuanto tenías que hacer para disfrutar una vida llena de satisfactores, porqué te niegas la posibilidad de hacer algo más por tu país, la casa donde viven tus hijos?

¿Unidad en torno a qué o a quién?

Mis amigos me preguntan si vale la pena el sacrificio de caminar y dejar la familia, caminar y dejar el trabajo, caminar y olvidarse de todos, llamando al dialogo a un mundo de sordos y ciegos, a la unidad a quienes disfrutan la división, a la paz a quienes la confrontación concede beneficios… Yo digo que sí. Por nuestros hijos. Si vale la pena este sacrificio… con satisfacción podré afirmar que lo intenté…
En esta cuestión de la unidad, alguien miente. ¿Quién? Yo digo lo que la gente dice y habla de división y fractura. Los dirigentes en sus discursos hablan de unidad. Todos. ¿Entonces quién miente?
Yo digo que la UNIDAD del partido es una necesidad. Tan es necesidad que todos hablan del tema, el problema es como dijera el líder de una expresión, ¿Unidad en torno a qué o a quién? ¿Para madrear al espurio, para apoyar al legitimo? Le dije que esa unidad no es ni unidad ni necesaria. La unidad por la que caminamos es en torno al partido, a principios, a valores, a convicciones, a un proyecto de Nación para todos pero no a la visión maniquea de querer imponer nuestra razón como única y verdadera; pero no a la idea que los buenos somos los pobres y los malos los ricos, que los enemigos son los de arriba y los de abajo, los de abajo…

Los de arriba llaman a la Unidad. ¿Quiénes son?

La unidad es una exigencia, un reclamo. Lo sabemos todos. ¿Por qué razones los aspirantes a dirigirlo en cada discurso se refieren al tema? Así se han expresado Alejandro Encinas, Jesús Ortega, Camilo Valenzuela, Alfonso Ramírez Cuellar. El presidente y secretario general del partido, Leonel Cota y Guadalupe Acosta Naranjo, los aspirantes al DF, Alejandra Barrales y Jesús Zambrano.
Así lo han manifestado los gobernantes y legisladores, como Marcelo Ebrard, Carlos Navarrete, Leonel Godoy, Amalía García, Javier González Garza, Zeferino Torreblanca, Ruth Zavaleta, René Arce, Víctor Hugo Círigo, Lázaro Cárdenas.
Lo mismo han dicho Martí Batres, Armando Quintero, Heberto Castillo, Dolores Padierna… y todas las expresiones así lo expresan… “luchamos por la unidad del partido. Es indispensable para avanzar, para conquistar el poder…”
Y ¿Cuauhtémoc Cárdenas? El fundador, moralmente está obligado a evitar la fractura de su mejor herencia para México. “La unidad del partido es indispensable para consolidarlo como institución”, dice. ¿Y López Obrador? “No seré quien divida al partido, yo obedezco lo que diga el pueblo…”
Entonces ya me perdí, porque resulta que del resultado de sus discursos, el partido está UNIDO. ¿Dónde están entonces los “malosos” que se benefician con la división del partido? ¿Quién se opone a la unidad? ¿Quiénes lo quieren dividido? ¿Sirve un partido dividido, a los trabajadores, a los campesinos, a los obreros, a la militancia, a México? Alguien miente… sagüefo que alguien miente… ¿los desenmascaramos?... aquí está la clave de quién se robó mi queso… Quienes se benefician y medran con la división la promueven. Quienes ganan con la violencia y la confrontación, la impulsan…

¿Serán los de abajo?

¿Qué dicen los de abajo?.. ¿Son los de abajo, los jodidos, los humildes, los ignorantes ignorados los que se oponen a la unidad del partido?...
Un cobarde siempre busca un culpable para justificar su mezquindad.
Concluimos. Si los de arriba no se oponen, ¿entonces quién? Los de abajo, grita uno de los de arriba después de sesuda reflexión.
Sagüefo que son los de abajo, repite. Y entonces razonamos que nosotros, los democráticos, los revolucionarios, los amantes de la justicia, de la libertad, defensores de los humildes, de los jodidos, de los de abajo… necesitamos un chivo para partirle su madre… un malandrín a quién cargar las cuitas… para aplicarle la ley fuga y evitar que se fugue con información que a nadie sirve, como a nadie servirá el partido dividido…
Encontramos el culpable, dicen los tribunales. Hay que juzgarlo antes que hable. El burro sangraba y lloraba diciendo, les juro señores que soy conejo, ya no me peguen, soy conejo, soy conejo… Ilustrísimos señores del alto poder, se sentencia al conejo a la pena máxima que a un conejo se puede dar. Muerte por oponer resistencia y hacerse pasar por burro siendo conejo… cuidado que te pongan el ojo, porque cuanto te ponen el ojo, de que de que te chingas te chingas…

Culpables

Así encontramos a los de debajo culpables de alta traición, ellos se oponen a la UNIDAD del partido porque no saben defenderse. Son culpables por vivir en la miseria, en la pobreza. Son culpables por no haberse revelado y colgado de los pocos árboles que se han escapado a los talamontes, a los de arriba, a los soberbios, a los traidores. Los de abajo son traidores por no haber linchado a los traidores que los traicionaron una y otra vez y los siguen traicionando…
Los de abajo son culpables porque impiden a los de arriba, pobrecitos, ponerse de acuerdo. Los de arriba sufren, tiemblan de miedo, porque los de abajo los tienen amenazados, llegará el día, les dicen, que les partiremos su madre por el puro gusto de partirles su madre.
Los de abajo son culpables porque mientras los de arriba viven en las luces, ellos viven en las sombras, los de arriba en la gloria, ellos en el infierno… Los de abajo son culpables de todas las culpas, las propias y las ajenas aceptadas por todos…
Los de abajo son culpables porque se resisten a dar más, con el fácil argumento que ya nada tienen, que ya no pueden, pero los de arriba se dan cuenta que aún tienen un chisguete de sangre y deben donarla para salvar la patria que necesita una transfusión… Sí, otra vez serán los de abajo…

¿Todos somos traidores?...

Pepe Alcaraz
Voz-cero Marcha por la UNIDAD del PRD
La Unión, Q. Roo al DF 10 feb. 9 mar. 2008


PD. Mi tocayo José Alfredo, se cansó de rogarle… una de dos, o estaba muy jodida la vieja o había poco amor y menos convicción. Yo nunca me cansaré de decir lo que los sin voz me dicen que diga aunque nadie escuche mis palabras ni mis quejosos lamentos…

PD. ¡ Ah, mi mujer; ah, mis hijos ! Pérame amor mío, tenme un poquito de paciencia, veremos crecer nuestros pequeños hijos y seremos felices por los siglos de los siglos… con tus pinches sueños Pepe la felicidad a tu lado es una falacia… una mentira… también un sueño… Pepe, me dice mi soledad, eres peor que los de tu partido… puras promesas tantas veces prometidas… y pensar que se necesita tan poco para ser feliz… pero tu sueñas que tienes sueños Pepe, ese es tu cabrón problema… la enfermedad de los sueños no se cura con recetas ni doctores…

PD. Por eso siempre los de arriba nos chingan… pocos participan y muchos menos se solidarizan… concluyo que si nadie quiere la división, todos quieren la unidad. ¿Cuántos militantes somos?... ¿miles? millones tal vez… pero nadie va al banco… a depositar con un peso su esperanza… por eso los de arriba, ni se preocupan, siempre nos chingan… los de abajo, dicen, solo son y serán por siempre… los de abajo… dime que miento mentiroso Pinocho… Pobre México..!

__________________________

No hay comentarios: